Si la pasión y la intención convergen, el espacio de una escuela cobra vida. Nuestros salones evolucionan de ser cuatro simples muros a convertirse en entornos de aprendizaje vibrantes y llenos de potencial cuando un maestro entusiasta entra con una visión clara para cada rincón. Al considerar el salón como un colaborador vital en la educación, adoptamos la filosofía de Reggio Emilia, la cual afirma que el salón es un tercer maestro.
Nuestra práctica diaria, que es la esencia del proceso de enseñanza y aprendizaje, involucra activamente a todos en el cuestionamiento sobre los procesos y detalles en los objetos. Este análisis activo de datos e información lleva a una profunda reflexión sobre el propio conocimiento, elevándolo a un nivel superior. Nuestros espacios de aprendizaje están diseñados para promover estos procesos, considerando cada interacción como un elemento vital de un ecosistema social enriquecedor que fomenta el crecimiento, profundiza la empatía y desarrolla conexiones significativas.
Stephanie López
Directora de Preescolar Alto